Rotura de fibras en el gemelo: Consejos expertos para una recuperación rápida

Si has sentido un dolor repentino en la pierna que te ha dejado sin apenas poder andar, es posible que hayas sufrido una rotura de fibras en el gemelo. Esta lesión, aunque común, genera muchas dudas sobre sus síntomas, causas y, lo más importante, cómo curarla para volver a tu rutina sin miedos ni limitaciones. 

En este post, te traemos una guía clara y sencilla sobre todo lo importante acerca de esta lesión.

¿Qué es una rotura de fibras en el gemelo?

Una rotura de fibras en el gemelo es una lesión que nadie quiere experimentar, pero que es bastante común, especialmente entre aquellos que practican deporte regularmente. Sin embargo, no se limita solo a atletas; cualquier movimiento inesperado puede llevar a esta situación.

La rotura de fibras ocurre cuando las fibras musculares del gemelo se estiran más allá de su capacidad y terminan rompiéndose. Imagínatelo como si fuera una cuerda que, al estirarse demasiado, acaba deshilachándose o incluso partiendo. Este tipo de lesión puede variar en gravedad, desde pequeñas roturas que apenas se notan hasta desgarros completos que requieren tratamiento médico inmediato.

Rotura de fibras en el gemelo tratamiento en Murcia

Síntomas

Aquí te explicamos los síntomas principales para que sepas identificarla y actuar a tiempo:

  • Dolor agudo en la zona del gemelo. Aunque la intensidad de este dolor varía dependiendo de la gravedad de la rotura, generalmente es tan fuerte como para detener cualquier actividad física de inmediato.
  • Sensación de haber recibido una «pedrada» o golpe fuerte en la parte baja de la pierna, incluso si no ha habido contacto físico con un objeto.
  • Dificultad o incapacidad para caminar con normalidad, debido al dolor y la debilidad en el músculo afectado.
  • Presencia de hinchazón en la zona afectada, que puede aparecer poco después de la lesión.
  • Hematomas, tanto superficiales como profundos, que pueden ser visibles dependiendo de la localización de la rotura y la gravedad de la misma. Estos suelen aparecer días después de la lesión.
  • Debilidad muscular y limitación funcional, especialmente al intentar ponerse de puntillas o al estirar el músculo afectado.

En casos más graves, como en una rotura de grado II o III, podrías notar una abolladura o hendidura en el área de la pantorrilla, y el dolor puede ser tan agudo que no disminuye ni siquiera en reposo.

Principales causas de la rotura de fibras en el gemelo

Este tipo de lesión no distingue entre atletas de élite y personas con un estilo de vida más sedentario; cualquiera puede ser susceptible bajo ciertas circunstancias. Para entender mejor cómo prevenirla o, en su caso, cómo abordarla, es crucial conocer sus causas principales.

  • Sobrecarga muscular: Realizar ejercicio sin un buen calentamiento o exceder la capacidad de resistencia del músculo puede llevar a una rotura de fibras del gemelo. 
  • Falta de flexibilidad: Una flexibilidad limitada, ya sea por naturaleza o por no dedicar tiempo suficiente a los estiramientos, restringe el movimiento normal del músculo, aumentando el riesgo de lesiones.
  • Fisiología muscular: El gemelo, compuesto principalmente por fibras rápidas, es propenso a lesiones por sobrestiramiento o mala coordinación muscular. Especialmente durante movimientos que implican una carga excéntrica, como correr cuesta abajo.
  • Condiciones ambientales adversas: El frío y la humedad pueden hacer que los músculos tarden más en calentarse, lo que incrementa la probabilidad de sufrir una rotura fibrilar.
  • Calzado inapropiado: Usar zapatos que no proporcionan suficiente soporte o amortiguación favorece este tipo de lesiones.
  • Lesiones previas: Si has sufrido molestias o lesiones anteriores en el tendón de Aquiles o el propio gemelo, el riesgo de sufrir una rotura fibrilar aumenta.
  • Deshidratación y pérdida de sales: La sudoración excesiva sin una correcta hidratación lleva a una mayor susceptibilidad a sufrir roturas y otros problemas musculares.
  • Salud general y hábitos: Una mala alimentación, la falta de sueño, el consumo de sustancias perjudiciales como el alcohol y el tabaco, debilita el músculo y lo hace más propenso a lesiones.
  • Movimientos bruscos: Realizar deportes que implican movimientos rápidos y precisos sin el acondicionamiento adecuado puede desencadenar una rotura de fibras en el gemelo.

Tratamiento

Aunque parezca intimidante, la rotura de fibras en el gemelo tiene un camino de recuperación bien definido. Ahora te explicaremos cómo tratarla para volver a tu rutina lo antes posible:

Tratamiento inicial: Fase de reposo y recuperación

  • Protocolo PRICE: Este es tu primer paso. Consiste en Protección, Reposo, Hielo, Compresión y Elevación. Aplica frío en la zona afectada durante los primeros días para reducir la inflamación y el dolor.
  • Drenaje linfático manual (DLM): Un fisioterapeuta debe aplicar esta técnica para ayudar a disminuir la hinchazón más rápidamente.
  • Vendaje neuromuscular: Esto ayuda a drenar el área afectada y proporcionar un soporte suave.
  • Uso de muletas si es necesario: Para evitar cargar peso sobre la pierna afectada y permitir una mejor cicatrización.

Fase media: Movimiento controlado

  • Estiramientos suaves: Comienza con estiramientos leves, sin llegar al dolor, para recuperar la movilidad de la zona.
  • Electrólisis Percutánea Intratisular (EPI): Esta técnica, aplicada por un fisioterapeuta, ayuda a acelerar el proceso de curación actuando directamente sobre el tejido lesionado.
  • Fortalecimiento progresivo: Inicia con ejercicios isométricos, sin movimiento, avanzando hacia ejercicios más complejos a medida que mejora la lesión.

Fase de vuelta a la función

  • Ejercicios de equilibrio y propiocepción: Para recuperar la sensibilidad y el control total de la pierna.
  • Ejercicios de fortalecimiento más intensivos: Ahora puedes aumentar la carga de trabajo para fortalecer el músculo y evitar recaídas.
  • Reintroducción progresiva a la actividad física: Comienza con actividades leves y aumenta gradualmente la intensidad siguiendo las indicaciones de tu fisioterapeuta.

FAQ

¿Se puede andar con rotura de fibras en el gemelo?

Depende de la gravedad de la lesión. En casos de una rotura leve de fibras, podrías ser capaz de caminar, aunque quizá experimentes dolor o incomodidad

Para lesiones más graves, necesitarás reducir al máximo la movilidad en la pierna afectada y utilizar muletas para desplazarte, al menos durante los primeros días después de la lesión. La recuperación y el retorno a la actividad normal deben ser graduales.

¿Es mejor el frío o el calor?

Lo más adecuado es utilizar frío en las primeras 48 a 72 horas tras la lesión. El frío ayuda a reducir la inflamación y el dolor al disminuir el flujo sanguíneo en la zona afectada. Puedes aplicar una bolsa de hielo o un gel frío envuelto en un paño para evitar el contacto directo con la piel, durante 15 a 20 minutos cada 2 o 3 horas.

Después de las primeras 72 horas, y especialmente cuando la inflamación ha disminuido, puedes comenzar a aplicar calor. El calor fomenta la circulación sanguínea, lo cual es beneficioso para el proceso de curación, ya que aumenta el flujo de nutrientes y oxígeno hacia el músculo dañado. 

El calor también puede ayudar a relajar los músculos y reducir la rigidez. Aplica una compresa caliente o una botella de agua caliente en la zona durante 15 a 20 minutos varias veces al día.

En resumen, ¿cómo curar una rotura de fibras en el gemelo?

Curar una rotura de fibras en el gemelo implica seguir un plan de recuperación específico y adaptado a la gravedad de tu lesión. Aquí te dejamos la guía que debes seguir durante el proceso:

  • Reposo inicial: Detén cualquier actividad física que ponga estrés en el gemelo lesionado. Es esencial para evitar daños adicionales y comenzar el proceso de curación.
  • Aplicación de frío: Durante las primeras 48 a 72 horas, aplica hielo envuelto en un paño sobre el área afectada, 15-20 minutos cada 2-3 horas. Esto ayuda a reducir la inflamación y el dolor.
  • Compresión y elevación: Utiliza un vendaje compresivo para minimizar la hinchazón y mantén la pierna elevada por encima del nivel del corazón cuando sea posible.
  • Movilidad gradual: Según disminuya el dolor, comienza con ejercicios suaves de movilidad para mejorar la circulación y flexibilidad en la zona afectada.
  • Fortalecimiento y rehabilitación: Una vez que el dolor agudo haya disminuido, debes trabajar en el fortalecimiento del gemelo para restaurar la funcionalidad y prevenir recaídas.
  • Vuelta progresiva a la rutina: No te apresures a volver a tu nivel anterior de actividad física. Aumenta gradualmente la carga de trabajo, prestando atención a cualquier señal de tu cuerpo.

Si has sufrido una rotura de fibras en el gemelo, sabemos que el miedo a una recuperación larga y la frustración de no poder realizar tus actividades diarias o deportivas. En Denuevo, nuestra clínica de fisioterapia en Murcia, estamos aquí para apoyarte en cada paso de tu recuperación.