Entre las vértebras de la columna vertebral encontramos estructuras denominadas discos intervertebrales que tienen la función de amortiguar, estabilizar y a la vez permitir a la columna una gran variedad de movimientos. La parte interna del disco se denomina núcleo pulposo que se encuentra rodeada, en su exterior, por el llamado anillo fibroso.
La hernia discal se define como aquella condición en la cual aparece un desgarro del anillo fibroso el cual puede provocar una salida del núcleo pulposo.
En un porcentaje mayor suele aparecer en la zona lumbar y, más en concreto, en las últimas vértebras lumbares, aunque una hernia discal se puede observar en cualquier parte a lo largo de la columna vertebral.
Puede aparecer a cualquier edad, aunque es mas frecuente a partir de los 35/40 años siendo la causa mas frecuente un desgaste progresivo consecuentemente al envejecimiento de los tejidos y la deshidratación de los discos intervertebrales. Factores que favorecen la aparición de hernia discales son traumatismos, malos hábitos posturales como doblarse, torcerse, levantar objetos de mucho peso sin utilizar una buena técnica, falta de ejercicio físico y obesidad, entre otros.
La mayoría de las hernias discales suelen mejor de manera gradual gracias al apoyo de un tratamiento fisioterápico, con terapia manual y ejercicios, además de medidas de higiene postural, siendo estas ultimas la clave del tratamiento.